Según Nozick, que en 1974 publicó su obra "Anarquía, Estado y utopía", el derecho a la vida, el derecho a la libertad y el derecho a la propiedad legítimamente adquirida son principios absolutos que constituyen la base de la ética y la política; por tanto, su violación es un acto inmoral.
El punto más controvertido de la teoría de Nozick es el que se refiere al derecho a la propiedad. Según este filósofo, es justo poseer aquellos bienes que previamente no pertenecen a nadie, pero, una vez que una persona tiene una posesión, resulta inmoral exigirle que la comparta, ya que ello implica transgredir uno de sus derechos fundamentales. Se puede apelar a la generosidad del rico, pero no es justo establecer un impuesto para socorrer al pobre.
Partiendo de esta concepción del ser humano, Nozick propugna un Estado mínimo, que se ocupe únicamente de la seguridad de los ciudadanos, de garantizar los derechos civiles y políticos, y de proteger las libertades fundamentales. Este Estado mínimo se contrapone al Estado defendido por Rawls ya que, para Nozick, no es función del estado redistribuir la riqueza, ni proteger los bienes sociales ni instaurar la igualdad. Un Estado que asuma estos objetivos, además de atentar contra la libertad de los individuos, se convertirá en un Estado corrupto, ya que el poder corrompe. La única manera de reducir esa tendencia es mediante el Estado mínimo.
El Estado no puede imponer una determinada concepción moral; la igualdad que pretende el Estado intervencionista es incompatible con la libertad individual y, además, las nociones de justicia y de igualdad que defienden las políticas intervencionistas son arbitrarias, ya que no hay un consenso universal que determine cuáles han de ser los bienes básicos garantizados por el Estado.
Nozick es el exponente más significativo y, a la vez, más radical de la corriente neoliberal, que antepone la libertad a cualquier otro principio, como , por ejemplo, la igualdad social.
El Estado mínimo fomenta el riesgo y la competencia, que son los factores determinantes en el crecimiento de a economía y del trabajo. Nozick propone una justicia basada en el mérito de los individuos, pero su teoría es irrealizable: es solo un ideal que ha de servir como guía hacia el cual debe tender la sociedad.